martes, 24 de diciembre de 2013

Un taxidermista reclama 304.000 euros en preferentes de la venta de su colección

Vista para sentencia la demanda de Solís Fernández y su hermana contra el Ceiss.

C. FIDALGO | PONFERRADA 20/12/2013
Dedicó medio siglo de su vida a estudiar la flora y la fauna ibérica, codeándose con el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, cobró 360.000 euros en 2006 por la venta de su colección de más de un millar de animales disecados a la Fundación Plinio Naturalis Histórica y cuatro años después de la apertura del Museo Natura Ibérica que la exhibe en Carracedelo, ha visto como la mayor parte de aquel dinero se esfumaba en un contrato de preferentes. El juzgado número dos de Ponferrada dejó ayer visto para sentencia el juicio entablado contra el Banco Ceiss tras la demanda interpuesta por el taxidermista berciano Solís Fernández y su hermana Carmen Sira, que reclaman a la antigua Caja España la nulidad del contrato y la devolución de 304.000 euros.

Fernández, que ha cumplido los 80 años y tiene una discapacidad física del 70 por ciento, y su hermana Carmen Sira, con 93 años y una discapacidad del 93 por ciento que le obliga a moverse en silla de ruedas, argumentan — al igual que han hecho otros afectados por preferentes de avanzada edad que ya han obtenido sentencias favorables— que no recibieron información detallada sobre el tipo de producto financiero que adquirieron con el dinero de la venta de la colección de flora y fauna disecada ingresado en la cuenta a nombre de los tres hermanos. De hecho, aseguran que ni siquiera fueron conscientes de que estaban firmando un contrato de preferentes porque era su hermano Luis, ya fallecido, el que se encargaba de las gestiones de la familia ante las entidades financieras, según la demanda a la que ha tenido acceso este periódico.

Los dos demandantes y su hermano fallecido suscribieron el 12 de noviembre de 2009 y «sin conciencia alguna de ello» un contrato para comprar 348 títulos de preferentes «en base a la confianza existente por aquel entonces con el señor director de la sucursal de la demandada (Caja España) en Matarrosa del Sil, que sin mayores explicaciones sugirió depositar prácticamente la totalidad de los ahorros de una vida (360.000 euros) en un producto financiero seguro y con un interés rentable», afirma la demanda. Los dos ancianos demandantes creían que estaban contratando «un depósito garantizado a plazos, como es habitual en personas sin historial inversor», añade la denuncia.

Los tres hermanos ya tenían el dinero en una cuenta de ahorro a plazo fijo, como corresponde al perfil de «minorista conservador» de los demandantes, que siempre han tenido sus depósitos en cuentas ordinarias, de forma que las participaciones de preferentes no serían el producto financiero más adecuado para ellos.

Intereses recibidos
Los dos hermanos reclaman ahora la nulidad del contrato y la devolución de 304.000 euros tras descontar los intereses recibidos.

FUENTE: www.diariodeleon.es

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