lunes, 3 de febrero de 2014

Ceiss aprueba las condiciones para la fusión y luego da marcha atrás

La fusión no se culminó ayer por la comunicación de un Hecho Relevante de Ceiss.

F. Ramos | Valladolid 29/01/2014
Rocambolesca. Sólo así puede calificarse la tarde-noche vivida ayer en el seno del banco de España-Duero (Ceiss), justo en el momento en que todo estaba a punto para el cierre de la operación de fusión entre Unicaja y Ceiss.
La conclusión final fue que el banco de Castilla y León aprobó primero las condiciones para la fusión con la entidad malagueña y, justo dos horas después, se vio obligado a dar marcha atrás ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Ayer era el día previsto para que Unicaja cerrara definitivamente la integración de Ceiss en su estructura financiera, como una filial en Castilla y León. Un proceso que va a cumplir ya tres años, desde marzo de 2011, cuando se supo de los primeros contactos entre ambas cajas.
Todo sucedía con normalidad. Ceiss había celebrado su consejo de administración a lo largo de la mañana, para aprobar los ajustes necesarios para que la integración llegara a buen puerto. Mientras, la entidad malagueña que preside Braulio Medel hacía lo propio con sus consejeros, que reunía por la tarde.
Pero, todo el decorado cambió y se precipitó a las 21.57 horas. En se momento, y sin que estuviera previsto, Ceiss hizo público un Hecho Relevante ante la CNMV, en el que para cerrar la fusión asumía, junto al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el coste que supusieran las demandas que pudieran presentar los preferentistas hasta el 31 de diciembre de 2025. Un sobrecoste que cifraba en 449 millones de euros, de los que 319 —el 71%— se hacía cargo el FROB y el restante 29% —130 millones—, Ceiss. Pero no sólo.
Además, en esa comunicación ante la Comisión Nacional de Mercado de Valores, la entidad que preside Evaristo del Canto aseguraba que sería necesario una nueva reducción de oficinas y de plantilla de hasta un 5%, para lo que habría un plazo de más de dos años, hasta el 31 de diciembre de 2016. Un nuevo recorte que significaría cerrar 14 oficinas más, de las 287 que quedan tras las 263 que ya se clausuraron en el primer proceso. En el caso de la plantilla, y atendiendo a esta notificación hasta ese momento oficial, implicaría que Ceiss tendría que prescindir de 166 de sus actuales 3.320 empleados.
A esto, el Hecho Relevante del banco de España-Duero anunciaba que el ‘banco malo’ Sareb asumiría todos los activos tóxicos que en su momento les transfirió Ceiss y que renunciaba «expresamente a su derecho a reclamar ulteriores ajustes en el precio».

FUENTE: www.diariodeleon.es

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