Una fiscal pide enjuiciar por estafa a dos trabajadores de Caja Madrid por vender preferentes a ancianos
El juez aplaza la decisión hasta recibir más pruebas y arrojar luz sobre el 'modus operandi' de la sucursal bancaria que adjudicó 18.000 euros en participaciones preferentes a un matrimonio de octogenarios
Un fiscal de Madrid ha pedido a un juez que siente en el banquillo a dos extrabajadores de CajaMadrid por un delito de estafa grave, presuntamente cometido al vender participaciones preferentes a un matrimonio de octogenarios. El juez ha decidido aplazar esta decisión hasta tener más pruebas que permitan arrojar luz sobre el 'modus operandi' de esta sucursal de la capital a la hora de vender estos productos bancarios.
Una fiscal de Madrid ha pedido a un juez que siente en el banquillo a dos extrabajadores de CajaMadrid por un delito de estafa grave que presuntamente habrían cometido al vender 18.000 euros en participaciones preferentes a un matrimonio de octogenarios.
El ministerio público, según ha podido saber la Cadena SER, acusa al
exdirector de la sucursal y a una comercial de un delito de estafa grave
por entender que adjudicaron preferentes a estos ancianos, la mujer
fallecida en la actualidad, valiéndose de "la confianza que los clientes
tenían en los trabajadores de la entidad". El juez instructor ha
desestimado por ahora esta petición por entender que antes hay que
practicar más pruebas para arrojar luz sobre el 'modus operandi' de esta
sucursal del madrileño barrio de Moratalaz a la hora de vender
preferentes a sus clientes. En este caso, 18.000 euros que hubieran
querido destinar al tratamiento del Alzheimer grave que padecía la mujer
octogenaria, ahora fallecida.
Para la fiscalía, el marido y ahora
denunciante "accedió a suscribir el contrato en la creencia de que le
reportaría beneficios y podría recuperar sus ahorros en cualquier
momento", todo esto por la "confianza" que le transmitían los trabajadores del banco ahora denunciados. Por eso señala la representante del ministerio público que no es ni siquiera necesario, tal y como solicita la acusación, comprobar si la firma de la mujer, entonces gravemente enferma de Alzheimer y fallecida desde hace algunos años, fue falsificada por el personal de la entidad,
porque su marido, engañado, habría accedido a firmar sin necesidad de
una falsificación documental. "La mujer estaba enferma desde hace más de
veinte años aquejada de Alzheimer grave, y aún así aparecen firmados
productos de todo tipo y anteriores a las preferentes, y tampoco tenía
facultades para firmar esos".
Para la fiscalía, este engaño basado
en la confianza de los ancianos en los trabajadores de la sucursal de
CajaMadrid en Moratalaz, "de la que eran clientes desde los años
ochenta", es lo que convertiría el delito de estafa en un delito de
estafa grave en el que no haría falta investigar una posible falsedad
documental: "No hay indicios de que ningún trabajador falseara su
firma", concluye.
Se trata de un giro en la posición de la fiscalía madrileña en
este caso particular, ya que hace un año, en este mismo procedimiento,
interesó el archivo de la querella llegando incluso a reprochar al
octogenario denunciante que no se hubiera informado mejor en su momento
sobre el riesgo de las participaciones preferentes.
El juez quiere comprobar primero las firmas y el 'modus operandi'
El juez que instruye este caso por la vía de lo penal en los juzgados de Plaza de Castilla, sin embargo, ha preferido desestimar la apertura de procedimiento abreviado y posterior juicio oral por el momento.
Antes, entiende el magistrado que hay que recibir más pruebas para
poder esclarecer, según explica, el 'modus operandi' de esta entidad: a
este respecto el juez ha pedido, a instancias de la acusación, un
listado de todos los clientes que adquirieron participaciones
preferentes en esta sucursal de Moratalaz, "un listado de futuros
testigos que pongan de manifiesto el proceder de la sucursal" en el
canje de preferentes.
De la misma manera, según ha podido saber la Cadena SER, el juez está a la espera del resultado una prueba pericial caligráfica practicada
hace unos días por la policía judicial que esclarezca si la firma de la
mujer, ahora fallecida, fue falsificada por alguien de la entidad, tal y
como denuncia la acusación. A este respecto, la defensa de CajaMadrid
ha presentado en el juzgado de Plaza de Castilla un informe pericial de
parte que concluye que las firmas de los contratos supuestamente
estampadas por la mujer no fueron realizadas de su puño y letra, pero
también concluye que no fue personal del banco quien la falsificó sino
su propio marido.
FUENTE: www.cadenaser.com
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