miércoles, 29 de enero de 2014

Los socios de CAM en el Caribe se libran de un juicio por delito fiscal al prescribir los hechos

La Fiscalía pedía tres años de cárcel para Ferri y Baldó por el supuesto uso de una sociedad pantalla para ocultar el beneficio de la venta de una conservera

Los antiguos socios de la CAM en sus negocios hoteleros del Caribe, los empresarios Juan Ferri y José Baldó, ya no tendrán que enfrentarse al juicio que tenían pendiente en Murcia por la venta de la conservera Cofrutos en 1992, una causa en que la Fiscalía solicitaba para ambos hasta tres años de cárcel por un supuesto delito fiscal al haber, presuntamente, ocultado el precio real de la operación. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia acaba de declarar prescritos estos hechos acogiéndose a una modificación del Código Penal del año 2010 que señala que la simple denuncia por parte de la Fiscalía o de la Agencia Tributaria o la apertura de diligencias sin más no basta para interrumpir los plazos. 

De esta forma, un tecnicismo aprobado 12 años después del inicio de la instrucción permitirá a los polémicos empresarios librarse del proceso sin que ni siquiera se entre a debatir el fondo de la cuestión, a pesar de que algunos de sus socios en la conservera ya fueron condenados por estos mismos hechos hace algunos años. La Fiscalía ya ha mostrado su desacuerdo con la decisión, que considera injustificada, y ha anunciado que presentará un recurso de casación ante el Supremo, informa María José Gil. 

En cualquier caso, supone un alivio para Ferri y Baldó, que en estos momentos se encuentran en libertad bajo fianza por la causa que instruye la Audiencia Nacional por sus relaciones con la CAM y en la que se investiga, entre otros aspectos, el supuesto desvío de más de 200 millones al paraíso fiscal de Curaçao procedentes de la facturación de los hoteles que tenían en copropiedad con la caja en México, a través de la sociedad Valfensal.

En el caso de Cofrutos, las calificaciones provisionales del Ministerio Público sostenían que Ferri, Baldó y sus socios los empresarios de Benidorm sólo tenían un 20 % de la compañía cada uno utilizaron una sociedad interpuesta en Holanda para ocultar el verdadero beneficio que obtuvieron con la venta de la conservera. Para conseguirlo, según el fiscal, articularon la operación en tres fases: primero vendieron las acciones de Cofrutos por 4,5 millones a una sociedad española, Arpe Comercial, que fue lo que se declaró a la Hacienda española. Sin embargo, tan sólo dos días después esta firma se encargó de revender los títulos a la citada sociedad holandesa, Forton BV, por 14,6 millones de euros que, a su vez, la transmitió por la misma cantidad a sus compradores definitivos.

De esta forma, se ocultó al fisco dos tercios del valor real obtenido, según las mismas fuentes. No contentos con esto, los empresarios simularon pérdidas de 900.000 euros en otra empresa vinculada para compensar las ganancias declaradas. Gracias a todo esto, Juan Ferri sólo tuvo que abonar 10.900 euros en su declaración de la Renta de 1992 mientras que José Baldó pagó 44.435 cuando, según los cálculos del acusador, ambos deberían haber pagado una cantidad cercana a los 1,3 millones.

FUENTE: http://www.levante-emv.com 

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